2012


jueves, 26 de enero de 2012

Potosi: La carga de la historia

Viajo alado de un señor, no puedo dejar de mirar su rostro, tiene una mueca constante que le dibuja en su cara un llanto permanente, cada vez que ríe parece llorar. No me animo a preguntarle nada, solo divago y me hundo con él en sus penas y tristezas, es dura la vida y hostil el clima a 4.100 metros de altura.

De repente me pregunta algo y me da confianza para saber de él. Es un campesino del altiplano que está más feliz que nunca porque está yendo a visitar a sus hijos que estudian lejos.

Su felicidad y alegría me ponen contento, pero ¿Por qué parece llorar y sufrir tanto cuando gesticula?

Debe ser la carga de la historia: a sus antepasados indígenas la Corona los evangelizaba o los mandaba a la hoguera, nada de adorar al sol o a la tierra.
Sus bisabuelos se incineraban vivos trabajando en el Cerro Rico extrayendo minerales y plata para quienes se enriquecían y saqueaban su país al mismo tiempo.
Sus padres tuvieron que soportar la humillación de un mundo derrochón y excéntrico mientras ellos trabajaban de sol a sol por el plato de comida.

Las cosas están cambiando, son otros tiempos, sus hijos estudian, ya nadie vendrá a venderle espejitos por oro.

Que así sea.

viernes, 20 de enero de 2012

Valeria del Mar: Mentira Universal

Persona significa máscara y eso somos, una membrana que nos cubre, la sociedad la moldea, juzga y acepta. Pocas veces somos auténticos y así nos pasó:

Después de lo que un caballero nunca va a contar, de ser, hacer, sentir y gozar; te observé como nunca a nadie: entraste al baño, prendiste la ducha aduciendo humedad, te hiciste un rodete, te subiste el vestido, te perfumaste, y así lenta y progresivamente volviste a ser quien no sos, la princesa de punta en blanco que todos esperan que seas.

Me quedé solo, caminé a casa pateando piedritas sabiendo que yo también volvía a la normalidad, a decirle a mi viejo que estuve con los amigos y me fue bien, a no ser yo.

miércoles, 4 de enero de 2012

Córdoba: Un nuevo día mas

Mira que siempre en año nuevo pasa algo raro y confuso, no somos una familia dentro de lo que se conoce como “parámetro normal”, pero esta mezcla de película de Berman y Perrone que nos sucede en la última cena del año es mucho.

La encantadora y cirujeada Vera es una brasilera vecina de mi tío allá en Brasil; hace menos de un mes se enteró que su concubino, un supuesto italiano heredero de una fortuna resultó ser un estrafalario chanta rosarino sin dinero ni ciudadanía europea, que vivió los últimos 5 años de prestado jurándole a Vera que ni bien herede los suyo, le devolvería dólar por dólar y vivirían la vida de jubilados felices en Milán- New York- Florianópolis.

Ella no soportó la verdad y aquí esta con nosotros pasando las fiestas sin entender una palabra de español y preguntando a toda persona que viene a casa a saludar si tiene “enamorada” soñando con sacar rápidamente un clavo con otro. Para peores el delicado y excéntrico “Tio Freddy” expone a los gritos cosas como: “Me parece Juancito que el 2012 es tuyo, con un poco de coraje debutas hoy mismo con Vera”.

Por si fuera poco, llegó a Córdoba un Suizo amigo nuestro de un viejo viaje por Perú, el muchacho es muy buen mozo a pesar de sus 38 años, de vivir con su madre y llamarla con la frecuencia de seis horas exactas.

Vera se lo quiere comer crudo, pero ella no sabe ingles y él no fala brasilero, así andan la dolida y el sospechado en su condición sexual: encontrándose en los gestos y miradas sin saber que se buscan, piropeándose sin comprenderse…
Y nosotros vulgar y paradójica familia, festejando las 00 del primero del primero como únicos testigos de este fugaz encuentro.