2012


domingo, 3 de febrero de 2013

Lisboa en tu mirada

Un puerto que destila olvidos
unas gaviotas que sobrevuelan la nada
una neblina que destiñe recuerdos
un mar que se entremezcla con tu piel
recordando la estacion de Metro que nos separó.

Todo eso es Lisboa
capital mundial de la melancolía,
imposible no pensarte
y abolido está el olvidarte.

La lejanía aclara el panorama
proscriptos por la moral y las buenas costumbres
reos de hacer lo que un pater familis nunca haría
mandamos todo al carajo
cuando de la mano nos reimos de Sevilla.

Catorce dias para nuestro catorce,
ni siquiera el atlántico genera tanto abismo,
enviar correos no es suficiente
para las ganas que te deseo

La melancolía no es mas de Lisboa
sino todita mía,
triste como don Pessoa,
ni Bernardo Soares o Álvaro de Campos
saben lo mal que se siente
el estar cenando  en solitario
evocando aquella noche
de aniversario en el Pecado.



Para M.M.Z.Z

sábado, 2 de febrero de 2013

Lisboa: una noche como hoy


Estaba todo muy tranquilo por el Chiado, barrio bohemio de la capital portuguesa. Un viejito empuñaba su guitarra con emoción tocando el tradicional fado, que se mezclaba con los sonidos emitidos por dos hippies que la hippiaban con sus trompetitas jazzeras que parecían ir en perfecta armonía con el viejo. El frío y ese esporádico encuentro musical, agravaban la tan conocida "melanco" de Lisboa, una condena natural por su puerto donde muchos se fueron y esa neblina de tiempo completo.

Cuando parecía que la noche se estacionaba en una meceta de recuerdos y tristezas, un estruendo de motores y motoqueros puso los pelos de punta a todos los turistas y transeúntes alendaños. Los Dark'Angels se daban cita con sus rivales los Centuriones, para saldar cuentas pendientes. Volaron sillas, botellas y patadas. Las trompadas fueron apenas un canapé para los escopetazos que se oyeron a lo lejos. Llegó un patrullero pero fue como un chiste, nada podía separar a las bestias, no recuerdo episodio similar, excepto aquel por el cual los motorheads argentos ajusticiaban al camarógrafo del siempre entrañable canal Crónica por querer este, filmar a Pappo recién accidentado y muerto.

Volvamos a Lisboa: camperas de cuero, botas tejanas y cinturones con tachas iban quedando en el suelo como ofrenda de una derrota y como trofeo de guerra del contrario.
Hasta el pobre Fernando Pessoa la ligo de arriba: la estatua del poeta mas pesimista del mundo, sita en calle Garret, más precisamente en el café "Brasileiro", fue víctima de esta barbarie y absurdo motoquero. El pobre nihilista se quedo sin su sombrero y los turistas sin futuras fotos.

La autoridad llego sin preguntar y con forma de gaess lacrimógenos que dieron huida a varios de los ciudadanos pesados. Muchos de estos nenes malos, encontraron asilo en el Mac'donald de la calle Douradores. Increíble pero real, los pesados escondiendose en la casa de Ronald. Metáfora del destino.

Me mudo de barrio.

En Baika hay una casa tomada por ocupas libertarios donde se ofrecerá un concierto gratuito que jura reventar los parlantes de la libertad. Con toda la educación y respeto del mundo, me presento en el sitio y estímulo mis sentidos. Un decálogo de lugares comunes toman por asalto el reducto anarquista: ¿Hay algo más políticamente correcto que gritar: " abajo la globalización", " muerte al Capitalismo"  ??
Sorpresivamente, este chico con pañuelo palestino y acento vasco, entona en español : " tu no tienes la culpa mi amor, que el mundo sea tan feo". Bingo. Una canción de Manu Chao. Más cliché imposible, no quiero decir careta, aún me simpatiza Manu. Me terminó mi cerveza sabiendo que será la última.

Me decido a huir de la sala, pero los muchachos que custodiaban el ingreso corren velozmente hacia el interior, unos palos policiales los asechan de cerca. Parece que el horno no esta para bollos esta noche en este ayuntamiento, redrada para motoqueros, redrada para anarquistas. Me ponen contra la pared y pienso en mis viejos dándome plata para irme de viaje, qué disgustó les daré, cómo explicarles que me fui a meter a una casa tomada con la única excusa de escuchar algo de música.

Juego mi unica carta: muestro mi pasaporte y suplico en portuñol por mi libertad. Les muestro adicionalmente mi ticket de tren para dentro de escasas horas y el oficial se apiada dejándome ir. No quiero ni mirar atrás por sí el sargento se arrepiente, pero lo mismo lo hago y me doy con lo más patético de la noche: el joven cantautor, subversivo y revolucionario, pelando sin pudor un iPhone último modelo, con un stiker de la A anarquista ( si... Un iPhone )  para llamar a vaya a saber que contacto que le salvará las papas del fuego.

Vuelvo a casa canturreando una posible canción...

" entonces era todo complicado,
 mejor estar enamorado".



Santiago Jorge

Pd: perdón por los errores, no encuentro los acentos en esta máquina desahuciada de hostel barato