2012


jueves, 9 de abril de 2015

Diatriba contra la BienPensante


No hay nada más repugnante para la evolución del pensamiento que la corrección política. La liviandad y tibieza de opinión que expresan los flojos que nunca quieren quedar mal parados ni incomodar con sus dichos, son la némesis del arte, de la cultura y de la vida libre. 

Por lo general, estas ratas de laboratorio izaron la bandera en el colegio y lideraron los promedios en la universidad. Hay que cagarse en la escuela y en la facultad si no se quiere ver aplastar el talento y crucificar la creatividad, aquellos son malditos espacios inertes donde únicamente se tragan libros y se absorbe lo que un corrupto ministro de educación ideó para el futuro gris y cotidiano: orden, disciplina, rutina, sumisión y la peor mierda que ya ocurrió en esas vidas: no preguntarse jamás el por qué acatar las ordenes que otros imponen e inmiscuirse en la vida adulta sin demasiadas opciones de trascendencia más que estar condenados a pagar la renta y alegrarse por llegar a fin de mes. 

Y así ven la vida pasar, escondidos detrás de las normas y refugiados en no sobrepasar el buen visto social. Ser un canalla con miedo a ser diferente y condenar a los que viven en libertad. Para esta clase de idiotas, su vida es lo que otros les dijeron que debía ser su vida.