2012


martes, 1 de abril de 2014

Del cajón del olvido, una metralleta al corazón.*

No me preguntes
¿qué es el amor?
¿quién te creiste que sos
para tamaña aventura?
¿quién te creiste que soy
para bancarme ese vendaval ?
nadie tiene semejantes facultades;
es mas,
truchemos una orden judicial
y que la Real Academia
la borre de los diccionarios
por incompetencia material;
y te digo mas:
la palabra amor
no tendría que admitir traducciones,
debería ser universal de verdad,
como una onomatopeya,
como la tos o un suspiro,
como Jonh Lennon o el Big Bang.

Que tampoco haya reglas gramaticales
ni formas de conjugarla al usarla,
que únicamente valga
la asociación libre:
una plaza sin rejas,
un paseo en bote,
una cena con velas
o que te preparen el desayuno.
Qué se yo que mas decir,
es que si me apuran en seco
y me dicen amor

yo solo pienso en vos



*Poema sin tiempo ni lugar, salido a la luz de un cajón burocrático de Tribunales, que nadie recordaba haberlo escrito.