2012


domingo, 18 de diciembre de 2011

Solo fuimos canciones

Andrés Calamaro se presentó en Córdoba, en diciembre de los años 2007, 2008 y 2010.

Primer concierto: Habíamos sacado los tickets hacía tres meses y terminado nuestra relación hace dos, como ella los guardo tuvimos que ir juntos.
Para amenizar compramos dos cervezas y por error nos dieron cuatro, cuando sonó la quinta canción solo quedaban envases. Empezó “A los ojos” y sin mirarnos ni decirnos nada nos besamos furtiva y furiosamente; después poco importó el repertorio, ella me tomaba la mano y éramos nuevamente inmortales.
No nos quedamos para el final, apenas escuchamos el riff de “Paloma” salimos para coger rápido un taxi y besarnos como dos sedientos en un oasis; y no te cuento más.

Segundo Concierto: Un tormentoso año sin vernos, sabíamos que iríamos pero no que sucedería. La visualice: con su musculosa violeta, su short gris y sus piernas doradas era la más linda de las 10.000 almas. La muy yegua se apareció con un acompañante, un rubilindo bronceado, nos conocíamos mucho, no era su tipo.
Me la quise devorar con la mirada pero ella indiferente sabiéndose la más linda de la noche, tomé coraje con cerveza y la agarré de la mano por detrás y le estampe un beso de los que no se olvidan, Andrés cantaba “Ok perdón” y fue la única vez que una mujer me levanto la mano, la entendí, una cachetada de compromiso con el pobre flaco.
Me volví solo a casa pero feliz.

Tercer Concierto: hacía tres años que nos peleamos, que sería de su vida, quien la tomará de las manos más bellas de la ciudad, en fin, si había un lugar donde nos podíamos cruzar era en dicho recital. Como no la encontraba canalice mis dudas con el celular e intercambiamos los siguientes mensajes:

-SMJ: “Estoy con una amiga, pero si llegas a estar de nuevo tan linda te beso aunque me pegues.”

-MECH: “Estoy con mi saliente, pero si queres… atenete a las consecuencias”

-SMJ: “Dónde estás? Yo con el pueblo detrás de las vallas”

-MECH: “Jaja yo en el vip con la cream”

-SMJ: “Anda al baño que es común para todos”

-MECH: “Santi estas completamente loco”

Así fue como a un genio de los negocios pero idiota del rock se le ocurrió separar el campo con vallas para cobrar diferentes entradas, etilismo en el rock, una verdadera burrada. Pero lo peor de todo: no nos vimos nunca más, y Andrés no vino en el 2011… lo mejor ya había pasado, nos dimos por perdidos…

Fin.

Román Oliveira

martes, 1 de noviembre de 2011

Paraiso Perdido

Porque el destino esta en el colectivo, en el subte, en la solitaria función de trasnoche del cineclub, pero nunca en el boliche, donde masas uniformes y superficiales repiten, se preguntan y se contestan siempre lo mismo.

Que contradicción, suerte y desdicha la mía: conocernos ahí, donde nunca volvimos; pasar tantas horas entre tu humo y tus pinturas, mis discos y mi guitarra, para luego perdernos así… Por la cotidianeidad de lo cotidiano.

No lo aprendí nunca y ahora me doy cuenta; y vos que te creías librepensante no lo pudiste terminar de entender, pero ninguna culpa podes tener si apagabas la luz y me pedias que te cuente un cuento donde los personajes sean animales y yo bicho malo plagiaba algo de Rulfo o Quiroga según la ocasión.

¡Pobre niña mía! Superabas todos tus miedos haciendo un nudo con nuestras piernas; ¡y esa piel! La más suave que nunca volví a tocar; tan infeliz pronosticarle una lluvia a esos ojos.

¿Cómo pude lastimarte a vos lumpencita? Te jure tantas veces que mi alegría seria la tuya y mira lo que hice. Te engañe con aquello de un brazo por vos y no te supe devolver algo tan elemental, tan humano como las cosas simples de la vida.


Santiago Jorge

domingo, 2 de octubre de 2011

Nido

¿Habrá sido eso la felicidad? Vos acurrucada en tu autodenominado “rincón” de la cama mientras yo leía o escribía algo; y cada tanto la eternidad del momento representada en un abrazo, beso o caricia.

Eras la dueña de la ciudad, todo se relacionaba y era tuyo: si había una banda de jazz, podríamos ir; si veía un lindo restaurant, te invitaba; si hasta los horarios del cine eran ojeados para ver si coincidían con tu agenda de clases.

Viajar era imaginar el reencuentro, caminar otro país era pensar en la macanita o en el regalón que justificara la vuelta a casa. Y tus visitas ¡como olvidarlas! Nunca mejor aplicado el “si venias a las 4 desde las 3 estaba contento”

Todo brillaba, verdaderos días de sol; solo nos dimos felicidad y satisfacciones, nunca amarguras.

Ahora que lo pienso, la felicidad es una verdadera puta porque si ella se alcanza o logra quiere decir que antes no se tenía o que en el futuro se irá…

Aprendí a estar bien aquí solo y desvelado escribiendo esto, como cuando me dabas la mano y nos perdíamos en la ciudad o como aquella noche que quisiste salir a correr bajo la lluvia y después puchereaste porque se te agrandaron y arruinaron tus chatitas verdes, chancletudita mía.

viernes, 16 de septiembre de 2011

¿Para Qué? ¿Porque?

Me pidió que le escribiera algo, como si fuera tan fácil; yo le insistí tanto con que me dejara entrar a su taller y verla pintar que esto parece ser una devolución de gentilezas…

Puso un disco de Pescado Rabioso que tiene más años que los dos juntos y se apareció con su mameluco violeta violentamente salpicado por viejas mezcolanzas.

Me senté, acomodé y observé: paletas y pinceles, su tela y atril, su pequeña escalerita y un ambiente parco, mezcla de humo, pintura y fantasía.

Se divertía comparando el rojo carmesí con mi cabellera, de las risas pasaba a las amenazas con aguarrás ante mis avalanchas sobre su humanidad y juraba no dejarme entrar nunca mas ni pintar para mi.

Me calmé y la deje trabajar, sus movimientos y energía eran tan cálidos…nos complementábamos tan bien que un día tendríamos que separarnos, sin peleas ni ceniceros, algo así como aquel tango que elige perder un amor nada mas que para salvarlo. Justo Spinetta cantaba “vos no me dejaste nena, tampoco yo a vos al tiempo que su mirada era cómplice de todo.

Cuando lo comprendí, sólo pedí que no cambie, que mantenga su frescura y brillo al hablar y gesticular; yo sobreviviría, siempre fue así.

Empecé a entender lo que plasmaba en la tela y el Flaco se despachó “justo que pensaba en vos…caí muerto” e hizo el punteo más conmovedor del rock nacional. Parecería que Antonine Artaud nos lo hubiera dedicado…

Dos días después sabíamos el desenlace y aunque no nos importaron jamás las formalidades, nos vimos para decirnos no va mas.

Lo más hermoso fue que nunca tuvimos que prender la televisión, no hubo ningún vacio que llenar, siempre fuimos los dos y a devorarse el mundo…

FIN. Muy

domingo, 11 de septiembre de 2011

Ellos

Cuando se sentía peleado con el mundo, a los tropezones con sus amistades; la buscaba en ese refugio: una mueca, un saludo o alguna incoherencia nueva, no importaba si fuera virtual, él lo percibía, la calma después de todo.

Mientras esperaba/planeaba el abordaje o naufragio, se divertía pensando en éste absurdo: se vieron dos veces en 8395 días o 23 años para redondear, como sea, todo conducía a ella: ese libro, el disco que sonara o cualquier acorde de guitarra.

No sabia si la quería, si eran solo ganas, si proyectarían, si se encontrarían, si se besarían, ¡ni siquiera sabia si habría tema de que conversar! Todo estaba en su cabeza, una simple construcción mental o una maquinada mas como le dicen los del barrio.

Las dos veces fueron geniales, arrancaban con algún tópico ilógico: hacerse los que conversan cuando solo piensan en las miradas, los perfumes, los swings y como lo no convencional los atrae ¿mutuamente?

No se preguntaron nombre ni edad ni profesión de los padres, ellos esperan bromas y caricias, nunca fortuna.

Para muchos será difícil de entender o hilvanar, pero ¿Por qué la policía de la moral tiene que cuestionar y comprender todo? El solo quiere tomarle la mano y ella solo espera que le prepare una limonada a la siesta.

Mientras todos buscan posesión, celos y derivados; ellos piensan brindarse libertad, comprensión, canciones y caramelos.


R. Oliveira, Septiembre de algún año.

jueves, 25 de agosto de 2011

Bajo Siete Llaves

¿Tendremos nuestro día? Yo que tanto me reí, caí en esos zapatos: cerrando los ojos para mirarte, es la única manera. Verte venir y que me encierres con libertad.

No sabes que te estoy buscando y ni se si me estarás pensando, 700 km de laberinto no es poca cosa; son dos vidas, dos historias, dos pasados y dos futuros. Cero coincidencias, ¿de eso se trata, no? Estar de acuerdo es la peor de las ilusiones, ¿o preferís el mar sin olas?

¡Pero que viaje! No nos conocemos y te estoy buscando; nos hablamos eso si, poco e incoherente pero dialéctica al fin; deja de usar palabras confusas, si su pelo sobre esa frente fue tan verdadero y real que no necesita gacetillas ni diario del lunes. Peor aun. Nadie entendería ese diario, ¡si no sucedió! Nada que contar ni explicar.

¿¿¿Cómo salgo de donde nunca quise entrar y NO quiero salir???

Así fue; los placeres efímeros del hemisferio izquierdo perdieron sentido, no estaban tan equivocados, hay días que preferimos un solo libro antes que las obras completas.