2012


sábado, 7 de diciembre de 2013

Nuestros Motivos

Querámonos,
porque en el videoclub
donde buceábamos rarezas,
pusieron un Starbacks.

Querámonos,
porque en nuestro cine
donde nos aislábamos del mundo,
pusieron una Iglesia Universal.

Querámonos,
porque con las pelis
que pasan ahora,
no me quedan dudas de que esta sola.

Querámonos,
porque San Telmo sin vos
es un campo electromagnético
de recuerdos sin sentido


Querámonos,
porque juntos y fumados
podremos salir de noche
a sacarle fotos a  la Ciudad.

Querámonos,
porque quiero una sola vez más,
dejarte un regalo en el camerino y
volverte a ver actuar.

Querámonos,
porque somos los últimos
marginales a salvo
de ésta generación Samsung.

Querámonos,
porque esta tan loco todo
que demuelen cafetines notables
para poner estacionamientos.

Querámonos,
porque con todo lo que te dije
vamos a ser siempre unos incomprendidos
si no nos queremos

Querámonos,
porque inútilmente,
vaya a saber porqué,
postergamos la felicidad.

Querámonos
porque juntos
podemos volver a ser
los mas lindos de la Ciudad.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Zonis

Caminábamos por una Madrid minada por la nostalgia y el desencuentro, nosotros éramos todas las esquinas pero sabíamos que se nos había acabado la suerte: vos Barajas y yo Lisboa. Ese puente aéreo iba a separar lo que de antemano supimos estaba dislocado. Y la distancia nunca más dejó arrimar los átomos. Si supieras que tengo guardado debajo de la alfombra de mi corazón ese jodido día en que yo portaba una fiebre insufrible y vos me cuidabas y mimabas. Me llevaste a tu hotel de la Gran Vía y me trataste con una dulzura tal que no vale la pena recordar.

Y las horas pasaron y llegó el final. Nos despedimos en una estación de metro, rodeados de gente indiferente que iba y venía a toda prisa. Vos llorando como una niña porque sabias que éramos un imposible; y yo como un tonto intentando consolar lo que era irremediable: la hoguera de la vida estaba prendida y por ahí se fue nuestro espejismo de treinta noches salamantinas, de aniversario en El Pecado, de escapada a Sevilla y de escondernos infantilmente de ese ojo ajeno que tenías miedo te juzgara por darme la mano en ese invierno español.


Dicen que cada uno elige sus problemas y a mí todavía me duele haberme sumergido en un vaso tan chiquito de agua. No haberme dado cuenta que te jugabas la camiseta por lo que nos estaba pasando, de que ya te habías arriesgado la piel y estabas dispuesta a más. Pero no lo vi y cobardemente me perdí en otra quimera para que no me doliera. Las fichas que tardan en caer parecen ser las más pesadas, ese es mi escarmiento de hoy. Tan lejos cuando pudimos estar tan cerca.