2012


miércoles, 1 de mayo de 2013

Volviendo de Colegiales


¿Quién invento los domingos?
la fiesta termina y
quedamos solos y doloridos,
a las ocho de la mañana
el desengaño y el desencuentro
se fusionan dentro mío.

Nada que hacer ni a quien llamar
las puertas que se abrían
fueron un solo portazo,
para rematarla…
la tarjeta del bondi crocante,
no queda más remedio que caminar
arrastrándome por ella
con las penas a cuestas,
pero de golpe un chofer se apiada
y viajo parado, de prestado.

Unas chicas se quitan el auricular
y hablan circunstancialmente de lo dado,
las escucho con atención y me acuerdo
la bolilla que siempre me toca,
la que nunca repaso
la que me tiene a mal traer:
no se diferenciar  
a quien acostar
a quien recordar.
a quien olvidar.