2012


miércoles, 11 de abril de 2012

Trujillo: La Otra Realidad

Al fin y al cabo, después de todo no pudimos cambiar ni un pelín de historia, ni las relaciones de poder, ni las distancias sociales, económicas y culturales; nunca unimos ese abismo que nos separa.

Yo me creí que esa noche, en esa cama, habíamos abolido las diferencias, terminado con 500 años de intolerancias y estupidez. Parece ser que solo fue un “happening”, ahora estoy en el aeropuerto pagando impuestos y en horas estaré en casa debatiendo cual de los seis perfumes ponerme… la otra boludez.

Y vos chinita hermosa vas a seguir yendo a trabajar para cocinar y darles de comer a tus hermanitos, soñaras ser medica pero que difícil… mundo injusto, desigual, competitivo y enfermo; si naces de mamá y papá podrás, si un hijo de puta te abandona mierda que todo es cuesta arriba.

Solo me importa y tengo miedo de que ahora estés pensando que lo mio fue una aventura, que soy el marinero una en cada puerto y que te olvide tan pronto me fui… Te juro que no hay universidad ni mundo recorrido que pueda enseñar más que esa sonrisa tuya llena de humildad, timidez y calidez, tu amor en las cosas que haces. La inocencia bien entendida.

Tus últimas palabras “no vas a volver nunca a Trujillo, si aquí no hay nada”, fueron un fusil, un arma de destrucción masiva que calo hondo. No se ni como hice para irme, ¿No tendré corazón? ¿No tendré sentimientos? ¿Será se me quemaron todos los sesos? ¿Porqué dejé tantas cosas atrás y me fui como el viento?

Querer vivir y huir
Que de mi nadie espere ni siquiera que diga adiós
¿Cuantas veces te di la espalda?
No sin darme cuenta