2012


domingo, 11 de septiembre de 2011

Ellos

Cuando se sentía peleado con el mundo, a los tropezones con sus amistades; la buscaba en ese refugio: una mueca, un saludo o alguna incoherencia nueva, no importaba si fuera virtual, él lo percibía, la calma después de todo.

Mientras esperaba/planeaba el abordaje o naufragio, se divertía pensando en éste absurdo: se vieron dos veces en 8395 días o 23 años para redondear, como sea, todo conducía a ella: ese libro, el disco que sonara o cualquier acorde de guitarra.

No sabia si la quería, si eran solo ganas, si proyectarían, si se encontrarían, si se besarían, ¡ni siquiera sabia si habría tema de que conversar! Todo estaba en su cabeza, una simple construcción mental o una maquinada mas como le dicen los del barrio.

Las dos veces fueron geniales, arrancaban con algún tópico ilógico: hacerse los que conversan cuando solo piensan en las miradas, los perfumes, los swings y como lo no convencional los atrae ¿mutuamente?

No se preguntaron nombre ni edad ni profesión de los padres, ellos esperan bromas y caricias, nunca fortuna.

Para muchos será difícil de entender o hilvanar, pero ¿Por qué la policía de la moral tiene que cuestionar y comprender todo? El solo quiere tomarle la mano y ella solo espera que le prepare una limonada a la siesta.

Mientras todos buscan posesión, celos y derivados; ellos piensan brindarse libertad, comprensión, canciones y caramelos.


R. Oliveira, Septiembre de algún año.

2 comentarios:

  1. En quien pensas Romaniuch!!!!!!!!!????
    no me vengas con que es un cuento y bla bla bla

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  2. desde ella no sos el mismo peca... reconocelo, entregate...

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