Se que dirá y que le diré. Como se repiten los juegos, calzamos en moldes usados, tomamos cada papel como propio; no creo que haya culpables, no somos adultos y se paga caro. Es raro como se puede perder la inocencia así de golpe, esto es otra vida.
¿Se vuelve a Montevideo? ¿Deja el neuro? ¡Que lo tiró! Si hasta me echaron como perro del club ¿inquisidor yo?
¿Después? Iré sintiendo menos y recordando mas. Y así volveré a sentar el falso orden que disimula el caos, fingir una vida profunda de la que solo toco las escarchas con la punta del pie.
¿Libre vos?¡ Pero si estas en el fondo del embudo! Un orden caduco, un amor que prescinde de su objeto.
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ResponderEliminarhay días en que todos los caminos conducen a Rayuela, hoy fue uno de esos. gracias.
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